jueves, 28 de enero de 2010

.

Y crees que el amor lo es todo, entregas todo, haces de tu primer encuentro amoroso una escena digna de película romántica de esas sufridas donde el amor triunfa sobre todas las cosas. Crees que tu vida puede ser como "The Notebook", que tendrás un Noah y tú eres la versión hispana de Rachel McAdams. Planeas correr bajo la lluvia y luego abalanzarte sobre sus brazos empapados para después remar por un río. Y claro, la primera vez que lo miras crees y te haces creer que es el amor de tu vida, piensas que su sonrisa puede iluminar tu vida y sus palabras hacerte volar de tal manera que no escuchas nada más. Pero cierto día, mientras vuelas en tu nube construida por ti, esta comienza a dispersarse y no es tan esponjosa como antes, las fibras se separan y se abre un enorme agujero en el centro, caes, desde el cielo caes al asfalto y duele. Ves tú caída en cámara lenta una y otra vez y no puedes hacer nada porque la gravedad te lleva automáticamente al suelo. Te quejas porque te duele y cuando creías que nada podía ser peor, un coche se acerca a toda velocidad. Solo queda reaccionar rápido y levantarte para no ser atropellada, salir de una vez por todas de esa relación para evitar daños mayores y permanentes. Aunque después de tal caída solo quieres quedarte tirada en el suelo a causa de la pena por la decepción que has sufrido, pero solo tienes dos opciones: quedarte tirada en el cemento para llorar hasta que se sequen tus ojos y esperar que tus amigos te rescaten de esta pesadilla, o levantarte rápidamente para evitar que el coche te atropelle y llorar cuando llegues a tu casa, en tu propia cama. Yo no sé que alternativa tomé, aún no lo sé.

miércoles, 27 de enero de 2010


Deja de buscar excusas niño, sabes que al final nunca te importa saber si fue contigo o fue con otro cuando hice esta canción. Voy a fingir que el dolor puede causar placer. Que al arañarme haces literatura. Por qué puede ser peor asumir que tal vez, lo nuestro dura lo que dure dura. A quien pretendo engañar, nunca fuiste uno mas, pero tampoco el amor de mi vida. Préstame tu soledad, y lo mismo al final, un día te enternezcan mis mentiras. Voy a destrozarte el corazón. Rompiendo el hielo.
EFE.

martes, 26 de enero de 2010

Mi historia.

Ellas decían, la memoria es traicionera, y tenían razón cada uno recuerda lo mismo de una manera diferente. Los momentos, las imágenes. Todo eso queda en la memoria, y así vamos construyendo nuestra historia. Compartieron miles de momentos juntas, sacaron miles de fotos y discutieron millones de veces. Llenaron miles de lágrimas con sonrisas, días tristes los convirtieron en felices, hicieron que todo el mundo supiera que eran las mejores amigas que había. Lo hicieron todo juntas, y eso es lo único de lo que no se pueden arrepentir en la vida. Pero llego el momento que marca cualquier amistad... la separación, ese fue el momento en el que todas rieron y lloraron como nunca, recordando la importancia de la amistad y la importacia de cumplir sueños. Cada una tenía un sueño distinto, pero tenían uno en común, permanecer juntas para siempre, a pesar de la distancia... ¿Queréis saber si lo lograron? ¿Si lograron estar juntas siempre? Claro que lo lograron. Habían recorrido el camino como lo habían soñado, encontraron cada una un nuevo rumbo en su vida. Podrían haber llegado a ser un grupo de amigas inseparables, pero eso hubiera sido demasiado predecible... finalmente, cada una encontró su camino, unas se fueron de la ciudad, otras permanecieron allí, pero siempre, por alguna extraña razón, cada una miraba aquellas fotos o se acordaba de estos momentos, sentían volver a estar juntas de nuevo. Y en esos momentos, es en los ue siento que soy quien soy por lo que ellas me enseñaron. Y aunque la memoria sea traicionera, esta es la manera en la que decidí contar mi historia.