viernes, 6 de agosto de 2010

RISTO (L)

Te diré que nada de esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ese es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. Ojalá ames mucho y muy bueno. Incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con hilo de cualquier otra ilusión. Que desees ser deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos.

1 comentario: