martes, 26 de enero de 2010

Mi historia.

Ellas decían, la memoria es traicionera, y tenían razón cada uno recuerda lo mismo de una manera diferente. Los momentos, las imágenes. Todo eso queda en la memoria, y así vamos construyendo nuestra historia. Compartieron miles de momentos juntas, sacaron miles de fotos y discutieron millones de veces. Llenaron miles de lágrimas con sonrisas, días tristes los convirtieron en felices, hicieron que todo el mundo supiera que eran las mejores amigas que había. Lo hicieron todo juntas, y eso es lo único de lo que no se pueden arrepentir en la vida. Pero llego el momento que marca cualquier amistad... la separación, ese fue el momento en el que todas rieron y lloraron como nunca, recordando la importancia de la amistad y la importacia de cumplir sueños. Cada una tenía un sueño distinto, pero tenían uno en común, permanecer juntas para siempre, a pesar de la distancia... ¿Queréis saber si lo lograron? ¿Si lograron estar juntas siempre? Claro que lo lograron. Habían recorrido el camino como lo habían soñado, encontraron cada una un nuevo rumbo en su vida. Podrían haber llegado a ser un grupo de amigas inseparables, pero eso hubiera sido demasiado predecible... finalmente, cada una encontró su camino, unas se fueron de la ciudad, otras permanecieron allí, pero siempre, por alguna extraña razón, cada una miraba aquellas fotos o se acordaba de estos momentos, sentían volver a estar juntas de nuevo. Y en esos momentos, es en los ue siento que soy quien soy por lo que ellas me enseñaron. Y aunque la memoria sea traicionera, esta es la manera en la que decidí contar mi historia.

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