miércoles, 21 de abril de 2010

Y cuanto más te aconstumbres, peor será el olvido.

El no calla. El silencia.
El no habla. El entona.
El no escucha. El te espera al final de cada frase. Por ejemplo, aquí.
Los verbos dejan de predicar cuando el los usa.
Y una vez usados, ya no vuelven a ser acción, sino homenaje.
No es hombre. Es estado de ánimo.
Intentar describirle no es narración, sino terapia.
El jamás cambió de opinión. Fue el universo el que estaba a por uvas.
El no te sonríe. El te dedica toda su boca.
El no te abraza. El te arroja a sus brazos.
No le pidas medias tintas, porque fue el quien se bebió el tintero.
No le sigas la corriente, porque acabarás luchando sola contra los dos.
Y cuanto más te aconstumbres, peor será el olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario